Otra más: Alicia Machado amordazada por la censura

Nuestra Alicia Machado nunca deja de sorprendernos o mejor dicho de ser noticia. La otrora Miss Venezuela 1995 y posteriormente Miss Universo 1996, envió un mensaje de solidaridad y de paz en el inicio de la emisión de “Nuestra Belleza Latina” el domingo 2 de marzo en Univisión, donde funge de madrina de un grupo de aspirantes a la corona. Pero en Venevisión decidieron mochar su discurso, cuando transmitieron el mismo programa el lunes 3 de marzo en Venezuela. Alicia Machado no se quedó callada, como es y ha sido siempre y lo reportó en su cuenta de twitter. O sea, una reina debe tener fuerza y personalidad, como ella misma lo reitera en las promociones de “Nuestra Belleza Latina”. Pero al desfilar. Una reina no puede opinar. Debe ser silenciada. Lastimosamente eso lo estamos viviendo en nuestro país, donde se habla de libertad de expresión absoluta y se censura y amordaza. Donde se dice que protestar de forma pacifica es un derecho contemplado en nuestra Constitución, pero se reprime de forma hasta criminal. Esto no solo viene sucediendo en Venevisiòn, quien ha hecho ediciones y omisiones en programas como los premios Pepsi Music, Lo Nuestro y más recientemente el Oscar, el cual no fue transmitido, luego de haber sido hasta promocionado, según porque no compraron ¿a ultimo minuto? los derechos de transmisión. Algo bastante similar sucede en Globovisiòn, canal que ahora parece una extensión de Venezolana de Televisión.

Cuando nosotros los venezolanos entendamos que los políticos son servidores públicos, que tienen la obligación de brindar a todos los venezolanos, seguridad y calidad de vida en todas las áreas, podremos entonces unirnos y avanzar. Aquí no es cuestión de ser oficialista u opositor, aquí la cuestión es menos compleja de lo que parece. Es tener sentido común y unirnos en un solo clamor. Exigir nuestro derecho a la libre información y no solo a lo que quiere el gobierno de turno que queramos ver. Amén de exigir calidad de vida y seguridad ciudadana.

El sol no se puede tapar con un dedo y las pasiones en ambos bandos no llevan a nada. La crisis de papel que sufren algunos medios, es una prueba de que aquí si existe censura. La inseguridad que vivimos todos no es virtual, ni mucho menos invento de los medios. Silenciar una verdad que nos golpea a diario, no es la mejor salida, ni mucho menos la demostración de democracia y socialismo que aquí nos quieren hacer ver. Las interminables colas ya dejaron de ser hace tiempo solo para ir al cine. Ahora son para comprar alimentos y medicinas, algo inaudito, que no puede seguir sucediendo. Subestimarnos es ofensivo y mostrar una sola cara de la moneda es sumamente peligroso. Debemos apostar a la apertura de la información y ser nosotros los que decidamos que ver o dejar de ver. Obligar al pueblo a tener acceso solo a las lecturas que quieren presentarnos de las noticias, no es democracia. Si Alicia Machado opina, su voz no debe ser censurada. Lo mismo que la de Winston Vallenilla o Roque Valero. Cada quien tiene el mismo derecho de hacerlo y nosotros de sentirnos identificados o no con dichas opiniones. Pero mostrar en cadena nacional unas y omitir en programas de televisión otras, no es la  mejor demostración del socialismo y humanismo que pregonan. Vuelvo a reiterarlo desde esta columna: Venezuela es de todos y  el llamado a la paz de Alicia Machado, tiene el mismo derecho y valor al que haga Omar Enrique u otro artista afecto al gobierno. Debemos defender nuestros medios y decidir cada uno de nosotros mismos, que ver o dejar de ver. Subestimar nuestra inteligencia y bloquear e ignorar el derecho de unos y apoyar el de otros, solo por pensar distinto, es un acto criminal y no suma para nada a la división y odio que lastimosamente existe entre los venezolanos. Seamos sensatos y no se puede apostar a la paz, si no se oyen y se respetan por igual, las diferentes opiniones que tenemos. Abajo cadenas y defendamos todos el libre derecho a la opinión y plural visión o enfoque de la información, respetándonos, eso si, los unos a los otros. Eso se llama libertad de pensamiento y democracia. No la perdamos.