Cuando cuatro pastas de dientes hicieron estallar a Vanessa Senior…


La irreverente  comediante venezolana fue tendencia en Twitter esta semana, debido a un impasse que protagonizó en un establecimiento de Farmatodo, el cual registró en un video y lo publicó en sus redes sociales:  Ella quería llevarse cuatro pastas dentales pero solo podía adquirir dos, por aquello de las medidas que se han tomado debido a la escasez de productos…  Quizás no fue la mejor forma, pero la lamentable situación y calidad de vida que tenemos los venezolanos saca de sus casillas a cualquiera…




¿Cómo es posible que en un país no exista abastecimiento, seguridad, leyes y se siga hablando de patria? Pero peor aún es la actitud pasiva -como describe la comediante en cuestión-, al comportamiento que tenemos los venezolanos -hasta la fecha-, con la precaria vida que llevamos.
Es cierto: Somos un gran pueblo, bonachón, alegre, trabajador, pero también muy pendejo… Debemos unirnos todos, sin distinción de nada, porque de nada vale una posición, religión, sexualidad o creencia política, cuando la nada virtual y patética situación que vivimos nos afecta y golpea a todos. Aquí nada funciona, aquí nada está bien y da impotencia cuando ocultan lo que está a la vista y peor aún, cuando nos subestiman y nos dejamos subestimar… 
Vannesa Senior manifestó estar extremadamente molesta con la situación del país y critica el hecho de que los locales intenten limitar el acceso a los productos de primera necesidad, debido a la alarmante escasez que azota a Venezuela. Pero no es Vanessa Senior, somos millones de venezolanos que padecemos esta lamentable situación. Ella alzó su voz, quizás desmedida, quizás apasionada, pero es la representación de un grito desesperado y de auxilio que debemos alzar todos.  Ojala fuese solamente por pasta dental, pero es por toallas sanitarias, medicamentos, pañales, carne, pollo, café, ¡Es por todo! ¿Hasta cuándo vamos a quedarnos sumisos y aceptar vivir de esta forma tan miserable que ninguno de los venezolanos merecemos? Los políticos son empleados públicos al servicio del pueblo, entendemos eso de una vez y por todas y exijamos nuestros derechos. Ya basta de buscar culpables, porque en eso se han ido dos décadas, sin solución, ni mejoras en nada. Los artistas son figuras públicas que tienen el poder de llamar la atención de las masas, pero son seres humanos que sufren y padecen las mismas carencias que tiene el pueblo. Ya basta de divisiones y sumemos y alcemos nuestra voz en pro y beneficio de todos.


¿Cuál socialismo?
Las comparaciones siempre resultan antipáticas, pero en Venezuela se habla de socialismo, que no es más que igualdad para todos… ¿y dónde está esa igualdad? Somos un país privilegiado, pero azotado, violado y con un desabastecimiento inaceptable. En cualquier país del mundo -exceptuando Cuba-, cualquier ser humano tiene la decisión de comprar el producto de su preferencia y tiene variadas opciones para ello, dependiendo de su gusto y bolsillo. Aquí estamos como en Cuba, país que éste régimen nos pone como ejemplo y el cual vive de una forma infrahumana debido a una dictadura que les ha representado un retroceso sin precedentes en la historia de la humanidad. Nosotros no estamos en dictadura ¿o sí? Entonces: ¿por qué aceptar que se nos imponga de ejemplo ese régimen criminal y esa infrahumana calidad de vida?

Con la crisis, un
nuevo flagelo…

Es cierto que esas medidas tratan de frenar el nuevo flagelo que vino con esta crisis llamado “Los bachaqueros”,  que nacen y son el resultado de la situación irregular que vivimos y la “viveza” del venezolano, de ese al que no le gusta trabajar y lo quiere todo fácil. De esto no tienen culpa, ni responsabilidad los establecimientos comerciales, si no la ineficiencia de un gobierno que tiene años culpando de su ineptitud y equivocadas estrategias económicas a los demás, destruyendo el aparato productivo, expropiando empresas privadas y dejándolas posteriormente inoperantes y en la ruina.
A los políticos les conviene vernos divididos, enfrentados, porque así no tienen que dar explicaciones de su ineptitud, ni asumir responsabilidades en sus errores.  Mientras se defienda lo indefendible y se apoye sólo por una pasión ciega a “lideres”, seguiremos sumidos en esta miseria que no merecemos, ni mucho menos podemos seguir aceptando.  No es Vanessa Senior, ni son cuatro pastas dentales. Es nuestro país que se cae a pedazos y negarlo es  irresponsable y criminal y seguir aceptándolo un delito.  ¡Ya basta señores! Venezuela se cae a pedazos y nos necesita unidos. 
  
 

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