Ricky Martin cuestiona la Biblia

**** Según el astro puertorriqueño, el libro que rige a los cristianos y a los católicos “no tiene ningún poder ni autoridad para frenar decisiones de ningún estado sobre ninguna ley relativa a las uniones homosexuales”.

*** El tema es definitivamente muy delicado y complejo, amén de despertar apasionadas opiniones en pro y en contra. Lo cierto del caso es que él se refiere a que la sagrada Biblia no es un libro de leyes

 

En una entrevista en el programa colombiano “Punto Final”, el intérprete de éxitos como La vida loca, María, María y A medio vivir, expresó que no deben tomarse en cuenta como válidos los argumentos religiosos basados en La Biblia para impedir que dos personas del mismo sexo formalicen y tengan los mismos derechos legales que una pareja heterosexual. Esa posición, si se quiere es válida y lógica, dado que si dos personas viven juntas y logran poseer bienes comunes, estos no deberían estar desprotegidos legalmente si sucede algún hecho lamentable como la muerte o invalidez mental de alguno de ellas o ellos.

“No estamos pidiendo que bajen la luna, es algo básico. Es importante separar la iglesia del Estado, no se pueden tomar decisiones basadas en la Biblia“, declaró el afamado artista en el espacio de televisión colombiano.

 Los mismos derechos, ni más, ni menos…

 Ricky Martin fue contundente y claro al expresar que los derechos que exigen las personas de la comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), no transgrede los derechos de las demás personas, ni les da un lugar privilegiado.”No estamos pidiendo tener más derechos que nadie, simplemente es igualdad. Para mucha gente, el firmar el acta de matrimonio no es nada pero para nosotros sí. Quiero tener mil razones para que mi pareja pueda tomar decisiones por mí si es que me pasa algo”.

Como se sabe, él mantuvo una relación sentimental pública con Carlos González y hasta se pensó -antes de su sorpresiva ruptura-, que llegarían a contraer nupcias. Ricky también es padre biológico de dos niños nacidos bajo inseminación artificial.

Es absolutamente razonable y preocupa que por una “condición sexual”, las personas sufran discriminación y no tengan los mismos derechos que los catalogados heterosexuales. Siempre lo he dicho y lo sostengo, que la calidad humana, profesional, ética y valores no los da una condición sexual, si no las acciones, obras y legado que tengamos y dejemos en vida.

 ¿Qué es pecado?

Pecado es robar, matar, ser corrupto y llevar una doble vida -como la llevan muchos matrimonios “heterosexuales”-, quienes por miedo de ser señalados y juzgados por una “sociedad”, ocultan su verdadera identidad sexual y lo más lamentable, muchos de ellas/ellos son los que juzgan y critican ferozmente, amparados en un moralismo de plumas y lentejuelas reprimidas, el cual es conocido también como “homofobia”.

Cuando respetemos las igualdades de derechos y deberes que tenemos como ciudadanos, seamos tolerantes y solidarios con el prójimo, lograremos una mejor sociedad y fortaleceremos nuestros valores. Dios es Dios en cualquier religión y cada quien puede verlo y sentirlo a su manera, pero nadie puede utilizarlo para ofender, menospreciar y peor aún negarle a un ser humano tener los mismos derechos que tienen los demás. No es cuestión de aceptar o no un matrimonio entre personas del mismo sexo, es comprender y entender que deben tener los mismos derechos y protección de sus patrimonios.

 “Quien esté libre de pecado…”

Martin se encuentra en el país sudamericano en gira promocional de su último disco “A quien quiera escuchar” y desde su salida del closet, se ha convertido en un portavoz de los derechos de la población LGTB, también llamada inauditamente por muchos “minoritaria”, cuando existen en el mundo millones de seres humanos que viven bajo esa condición de vida, allí volvió a expresar su punto de vista y exigir un derecho que no puede ser discutible, ni negociable: La igualdad entre todos los seres humanos. ¿Es tan difícil entender eso? Y cuando se hable de pecados y pecadores, quién esté libre de pecado, que lance la primera piedra.