La pandemia en Venezuela no es solo en Covid-19: JoseA: El éxodo y asilo del futuro de un país
José Ángel Rincón, mejor conocido en el mundo musical como JoseA es un joven que desde muy pequeño sintió profunda vocación por la música, hecho que lo convirtió posteriormente en integrante del Sistema de Orquestas de Venezuela y actualmente como un reconocido intérprete juvenil, vio truncado su futuro en el país por pensar diferente, hecho que lo hizo huir del mismo por miedo a las amenazas y amedrentamiento que recibió por su exitoso tema “Vida”, el cuál se convirtió en el grito desesperado de muchos y un himno que desequilibró al gobierno, tanto así que su autor fue acusado de conspiración, instigación a delinquir y traición a la patria. Hoy JoseA es uno más del alarmante porcentaje de jóvenes venezolanos fuera de su patria, hoy JoseA vive en Estados Unidos donde solicitó asilo político por temor a convertirse en uno más de la nada virtual cifra de fallecidos que ha habido a lo largo de varios años de socialismo en las marchas adversas a éste régimen para muchos sangriento.
Hoy JoseA desde la distancia habló extenso sobre su caso y todo lo que éste le cambió la vida y sus perspectivas. Un caso que debe llevarnos a la reflexión, porque él es sólo uno de los miles y millones de jóvenes que han huido en diferentes circunstancias de Venezuela. Se nos va el futuro, la generación de relevo y queda preguntarnos: ¿Hasta cuándo?
El testimonio
¿Por qué solicitas asilo político en Estados Unidos?
Con el cambio de modelo de país y avanzado el gobierno del expresidente Hugo Chávez, como muchos venezolanos, observé con preocupación el deterioro progresivo de la economía y de las libertades públicas y un gobierno que actuaba sobre principios intervencionistas, arbitrarios, con alto grado de corrupción y carácter militarista y peor aún, con ideales comunistas importados de países como Cuba y Rusia. En el año 2014, con la llegada de Nicolás Maduro al poder mediante un proceso electoral fraudulento, considerado así por la comunidad internacional y por la inmensa mayoría de venezolanos, con un país empobrecido, el régimen se tornó mucho mas autoritario y fue que decidí salir a protestar junto a miles de personas, en gran parte jóvenes, exigiendo su salida y elecciones libres. En mis inicios en la lucha política, participé en cada una de las manifestaciones, una de ellas acompañando a Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, que fue encarcelado en Ramo Verde y luego, junto a otros lideres de diferentes toldas políticas de oposición, me presenté en distintas manifestaciones desarrolladas en los últimos años donde cobraron la vida cientos de venezolanos, en su mayoría jóvenes estudiantes, toda vez que el régimen convirtió en política de estado la: “represión”, criminalización” y “judicialización” de la protesta, lo que significó que movilizarse para reclamar un derecho político o manifestar nuestras ideas disidentes al régimen, eran consideradas como sinónimos de cárcel o muerte en Venezuela. En ese sentido, en todos estos años, fui sido objeto de agresiones, coacción, violencia y persecución permanentemente por los órganos policiales y militares, y hasta bandas de paramilitares pro gobierno (denominados colectivos), principalmente la Guardia Nacional, Policía Nacional Bolivariana, CICPC y Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), recibiendo disparos de perdigones y otros objetos y el constante ataque con bombas lacrimógenos, que llegaron a impactarme por lo que algunas veces tuve que ser asistido por profesionales de la salud. Mi participación activa junto a jóvenes estudiantes durante los años del régimen de Nicolás Maduro y frente a la indignación nacional por los asesinatos de compañeros de lucha, entre ellos: Neomar Lander, David Vallenilla, Juan Pablo Pernalete y Armando Cañizales (joven integrante del Sistema de Orquestas de Venezuela), me motivaron a incrementar mi participación protagónica en las actividades de calle, inclusive formé parte de un grupo de voluntarios que llegamos a fabricar y distribuir miles de cascos y escudos de protección para defendernos de los cuerpos policiales y la elaboración y distribución de alimentos para jóvenes de bajos recursos que arriesgaban su vida en las batallas que librábamos casi a diario contra el régimen. Todo ello, inspirado en el profundo amor a mi país, que me permitió formarme en lo que es mi pasión: “la música”, desde el Colegio Emil Friedman, ubicado en la ciudad de Caracas, en el cual tuve la oportunidad de evolucionar como músico en el género sinfónico y formar parte de las más calificadas orquestas nacionales del país, llegando a formar un grupo en el que ejecutábamos música popular y siempre llevando el sentimiento nacional en cada pieza creada. Obtengo el título de bachiller y decido quedarme en Venezuela estudiando publicidad y mercadeo y formalizo mi carrera como cantautor en el año 2016. En momentos en que el país se caía a pedazos por la ineficacia gubernamental y se desarrollaban una serie de protestas en el año 2017, donde nuestros derechos continuaban siendo conculcados y el caos reinaba con asesinatos en cada protesta y se escuchaba lo peor en las calles: heridos, detenidos, torturados; recibo la noticia de la muerte de un gran compañero, Juan Pablo Pernalete, sentí un vacío e impotencia tan grande que no pudiese plasmar en estas líneas. Inspirado en ese evento desafortunado, decidí manifestar mis sentimientos de rechazo al régimen a través de “la música” y compuse y produje un tema y su video (con imágenes de las agresiones y asesinatos en las protestas) denominado: “Vida”, en honor a los jóvenes héroes caídos en las protestas, con un contenido meramente de rechazo a la política sistemática de “genocidio” contra nuestra población e imágenes de las inmensas protestas acaecidas en nuestro país y lo publiqué en mi página de Facebook y mi canal de Youtube. El tema fue recibo con todo tipo de comentarios, desde los que lo consideraban casi como un himno de la oposición, hasta los simpatizantes del gobierno que lo calificaron como conspiración, instigación a delinquir o traición a la patria, lanzándome improperios, agresiones verbales y fuertes amenazas contra mi persona. Con la la calle encendida con las protestas, el tema se hizo popular y fui invitado a eventos públicos y entrevistas en los medios radiales que luego fueron cerrados por el régimen, que me dieron la oportunidad de expresarme a pesar que la dictadura pretendía que nadie hablara ni pensara diferente y que nadie fuera libre de profesar sus pensamientos. Cierro el ciclo ese año de protestas con un sabor amargo y cabizbajo por las amenazas recibidas en comentarios directos al video, desde las redes hasta llamadas telefónicas que me anunciaban mi desaparición si no cesaba con mi posición política públicamente. Decido callar y seguir viviendo con miedo a que mi arte fuese penado por plasmar las diferencias que tengo con el gobierno dictatorial y nefasto de Nicolás Maduro. Igualmente, en el año 2019, con el reinicio de las protestas de cambio, a pesar de que el gobierno hace cercano seguimiento a mis actividades políticas, he proseguido manifestando mis opiniones políticas de rechazo al oprobioso régimen y manteniéndome en las calles conforme a una agenda política, desatendiendo los amedrentamientos y la persecución por mis ideales y mi lucha constante por el cambio de gobierno y una Venezuela mejor. En ese aspecto, el Jueves 4 de abril de este año 2019, la Organización No Gubernamental SIN MORDAZA, dedicada igualmente a la lucha por la democracia en diferentes espacios y maneras y la promoción y defensa de los derechos humanos, haría un evento en la Plaza Altamira donde invitarían a varios artistas para presentar un homenaje al país y sus héroes caídos. Subo a interpretar mi tema dedicado a Juan Pablo Pernalete y el resto de jóvenes asesinados y realmente no pude terminar de interpretarlo motivado a que un grupo de infiltrados del partido oficialista comenzaron a gritarme improperios y amenazas de muerte. Sentimientos encontrados al recordar todo lo que me llevo a crear esa canción, me condujo a finalizar mi participación en ese evento dando una palabras de aliento al público presente, exaltando la importancia de no caducar ni rendirse hasta encontrar lo que nos robaron y quitaron desde hace algún tiempo. Bajo del escenario, comparto imágenes con el staff y los que se acercaban y al rato decido irme. Estoy en compañía de mi manager, cuando caminamos al vehículo nos intercepta una moto con dos personas. Palabras más palabras menos, me gritan: "vas a terminar como tú amigo si sigues con la mariquera, nos apuntan y se van. Inclusive al salir de la Plaza Altamira, el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) me siguió hasta mi residencia. Esta desagradable situación fue similar en otras en otros eventos musicales, y junto a los fuertes comentarios recibidos en el vídeo, no pude soportar el acoso y llego a los Estados Unidos el 9 de abril de 2019, de donde salgo huyendo por pensar diferente. Dejo a mi familia, amigos, mi trabajo y mi carrera por no poder estar tranquilo frente a la persecución que tiene el régimen contra mí. Es por estas circunstancias que acogiéndome al derecho internacional de los derechos humanos, solicité el asilo por razones políticas, en los Estados Unidos de Norteamérica, que permita la protección y el amparo de mi integridad frente a la persecución que tiene el Gobierno de la República de Venezuela contra mi persona.
Fecha de ingreso de la misma
5 de agosto de 2019
Tiempo radicado en Estados Unidos
Un año y medio.
Status del asilo solicitado para éste momento
Solicitud de asilo político afirmativo pendiente en Estados Unidos
Expectativas y planes personales y profesionales en éste momento
Por el momento estoy inmerso en el mundo de la música, creando y componiendo música urbana y pronto, productores de talla internacional que han mostrado mucho interés por mi trabajo, harán posible llevar mi música a Latinoamérica y al mundo a través de algunas disqueras en Miami. Pienso en publicar algunos temas, videos y realizar presentaciones, conciertos o giras en vivo en distintos escenarios para promocionar mis temas. Y lo mejor, poder decir en cada actuación que soy venezolano.
¿Qué ha sido lo más rudo y difícil de asimilar?
Estar lejos de mi familia, mis amigos y de mi país, es lo más grave que me ha ocurrido. Me he perdido acontecimientos familiares irrepetibles. Por más que la tecnología nos permita comunicarnos, eso jamás podrá igualar ni compensar el calor humano. El compartir con mi familia y mis amigos es algo no tiene precio, el estar junto a ellos es una de las cosas que más llenan la vida y al emigrar el tener que renunciar a eso es uno de los precios más altos que he pagado. Justo en el momento que te montas en el avión y dices ese adiós, te queda el sinsabor de no tener la certeza de que volverás a verlos algún día, tienes fe en que sí será, pero la verdad es que es imposible asegurarlo. Y es que aparte de la familia, sufro alejarme del país más bello del mundo, su gente, su clima y los paisajes maravillosos que tiene Vzla. Por supuesto que emigrar y abrirse camino en un país potencia como los Estados Unidos ofrece una serie de ventajas y oportunidades de crecimiento que estoy aprovechando. He aprendido otra manera de vivir y de trabajar y conocer otra cultura y lo más importantes es que estoy en fase de desarrollarme como “artista urbano” en esta gran nación, donde tienes todas las herramientas. Aquí he compartido mis actividades con personas de otros países, muy talentosas, y unimos esfuerzos para crear música junta. Es genial tratar con personas de múltiples nacionalidades y llegar a establecer una sinergia con ellos increíble.
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gracias..!!!!!